Las redes sociales se han transformado en las plataformas desde las cuales conectamos, fidelizamos, evangelizamos, e incorporamos a nuestros procesos creativos, a nuestro público objetivo, ¿cómo elaboramos un plan en el Social Media eficiente?
Define el por qué Sí, todo el mundo está en las redes pero es necesario un por qué. Tener los objetivos bien definidos y las estrategias a implementar bien planificadas, es simplemente indispensable. ¡En las redes necesitas un mensaje!
Define tu plan. ¿Qué retornos esperas? Gran caballo de batalla el ROI, si bien es cierto que ahora con la llegada de las emociones como el elemento de “trueque” en el nuevo consumo, nos acercamos más a poder medirlo desde la influencia. Necesitamos un plan que busque el impacto con las emociones y para ello, necesitamos interactuar, obtener información, entregar conocimientos y aprender también, de nuestros seguidores. ¡Comienza tu etapa más social, el peso específico de la interacción social en la definición de un plan estratégico, es cada vez mayor!
Conócelos, ellos son quienes te interesan. No nos olvidemos que la elaboración de un plan de social media es lo que hacemos todos los que diariamente interactuamos como productores y consumidores simultáneamente bajo los preceptos establecidos por las “nuevas reglas protocolarias y de comportamiento” generadas por el establecimiento de un nuevo orden social en torno al comercio y el consumo. Conocer a nuestros clientes es la llave del éxito, ¡Céntrate en sus expectativas!
Ética, sin ella no hay plan de Social Media exitoso. Conviene tener presente que si bien en el social media se imponen los valores, la ética, los compromisos, como parte indispensable y previa al crecimiento de índole pecuniaria, es de sentido común que éstas variables no pueden obtenerse sólo con estrategias y planes. Ahí entra en escena la capacidad de esfuerzo y constancia que tenga nuestra marca. ¡Y conviene tenerla el social media no es para todos, sin ética ningún plan funcionará, y las consecuencias son nefastas!
Necesidades = Contenido. Esta combinación hace tiempo que dejó de ser una alternativa para las marcas. Invertir en contenido de alta calidad es hoy el primer paso para ganar visibilidad, acción social, influencia y por lo tanto, posicionamiento y branding. Las necesidades de nuestro target son lo que nos mantienen activos en el social media, necesitas una estrategia de contenidos dinámica y en la que el autor sea capaz de situarse en el centro del corazón de cada cliente, sólo así el mensaje de la marca impactará de lleno en su objetivo.
Creatividad, si no per-se, planificada. Sí, siempre, hay que encontrar la gran idea. Tanto si la tenemos y decidimos lanzarnos con ella, como si aún no la hemos definido y la vamos construyendo gracias a la incorporación de nuestros seguidores en nuestros procesos creativos. Atrévete y escucha, “traduce” las palabras y opiniones de tus seguidores a emociones y… simplemente crea. No te olvides que las marcas se construyen gracias a los planes eficientes y en éstos hoy, el cliente es quien lleva la batuta.
Las emociones nos permiten medir el crecimiento, no lo desaproveches. Es más que evidente que la búsqueda del ROI más eficiente, ha sido siempre un gran desafío para las marcas. No, el social media no permite la obtención de cifras claras de beneficios porque no es su principal objetivo, en las redes se mide la emoción, la sensación, la confianza, la credibilidad, la verdad, la transparencia, la ética y también a quien carece de ella. Pero necesitamos medir éstas variables para analizar cual es nuestro desarrollo, avanzamos lentamente pero lo hacemos, ¡hay marcas que se quedan en el camino!
La formación, mucho más que un cliché abstracto. El modelo tradicional ha dejado de funcionar y debemos sobrevivir, es por ello que nos situamos en la posición de supervivencia y nos lanzamos a un nuevo modelo productivo que impone límites relativos al comportamiento, es así como funcionamos los seres humanos. La formación es tan importante porque en ella subyace la especialización, el conocimiento y por lo tanto, una mayor apretura y facilidad hacia el cambio. Más allá de los me gusta y re-tweets, lo que el social media nos impone es la capacidad de adaptación a las necesidades manifestadas por un entramado que cambia y se modifica de forma constante.
Contenidos de marca = los valores de una empresa. Sí, sabemos que todo suena idílico e inalcanzable, así es… sin embargo, es una realidad innegable que el contenido que inspira, educa, responde a una necesidad y motiva a una acción, es quien mueve los motores del marketing en el Social Media. El contenido audio-visual es cada vez más dominante y esto es así por su relación con las emociones. Contar con contenido viral, influyente y bien posicionado, es la mejor forma de demostrar la influencia de tu marca.
Blog, Head Officce de tu marca. El contenido necesita alojarse en algún lugar. Es desde ahí que evaluará todo lo relativo a tus visitas y es desde ahí desde donde se genera el “engagement”. Te recomiendo la lectura de las 7 claves para transformar nuestro blog en verdaderamente social. ¡Necesitas un Blog, es indispensable para elaborar un plan en el Social Media!
Si buscas influencia, tienes que estar ahí. Ya lo sabemos, el salto al Social Media comenzó a ser inevitable cuando tomamos conciencia de la transversalidad de Facebook, de la viralidad y penetración de Twitter, del crecimiento de Linkedin, Google + y ahora también, Pinterest, somos cada vez más sociales. Lograr relevancia y ser influyente es sólo posible si nos mantenemos accesibles, interactivos, visibles y creativos. Los ciclos “valle” han muerto en la nueva empresa, siempre dinámica, siempre exigente, siempre en movimiento.
Aprendizaje: trabajar en equipo. Pensemos en las comunidades en el social media, aquellos colectivos de personas que se unen en torno a tu marca, personal y de empresa, y con quienes compartes temas de interés, generalmente de ello surgen alianzas o nuevas ideas o simplemente lazos sociales profundos, ello define al social media, una visión de comunidad es indispensable para elaborar un plan de Social Media de éxito.
Competencia, siempre necesaria. ¿Qué sería de nosotros si además de pasar de un modelo productivo estático, repetitivo y sin eficiencia a uno exigente, dinámico y 100% sostenible y eficiente, tuviéramos que hacerlo sin una guía o un referente? Eso es la competencia, conocer qué les reporta éxito, saber quien es su público objetivo y qué los mantiene fidelizados… nos aporta información de gran relevancia para nuestras propias estrategias.
Suma de influencias, la nueva fórmula de los equipos sociales. Nuestras acciones se potencian por exposición. Sumar nuestra influencia a otra consolidada y gestionada bajo los preceptos de las normas sociales, nos sitúa directamente un paso por delante en nuestro crecimiento. La suma de influencias es lo que conforma hoy los equipos de trabajo de la nueva empresa.
Más influyentes= más líderes. Es una consecuencia causal, cuanto más influyente es nuestra marca, más determinante es para el conjunto del mercado o industria lo que deriva en marcas que son vistas y seguidas como nuevos líderes. El mercado mira hacia ellas buscando formación y conocimiento acerca de cómo se hacen bien las cosas. Atrévete a transmitir aquello en lo que cree tu marca, los resultados serán quienes te abran las puertas del crecimiento.
Planifica tu ubicuidad en la red… No nos olvidemos que el contenido no viaja, permanece siempre en el mismo lugar, en la misma URL, son las emociones de quienes lo comparten, dialogan en torno a el y generarán nuevos lazos a partir de una acción social, lo que nos sitúa ante un modelo productivo multicanal, multiplataforma y multinivel. Muévete en todos, aprovecha la ubicuidad que entrega la red, con las herramientas, con los recursos y con la ayuda de la suma de talentos, que es finalmente, indispensable en un plan de Social Media eficiente.
Céntrate en ellos no en ti. No, no nos confundamos, que tengamos que monitorear lo que se dice de nuestra marca a fin de identificar y prevenir una crisis, no significa que debamos focalizarnos sólo en nosotros. Muy por el contrario, todas nuestras acciones deben ir destinadas a responder y satisfacer a quienes las reciban. Céntrate en el cliente, asegúrate que tienes aquello que prometes y que es lo que el cliente busca y necesita.
Mide, estudia, analiza, evalúa, tómate tu tiempo. Aclaración de nuevo indispensable, debemos estar activos, conectados, visibles, interactivos y creando contenido de alto impacto que se distribuya por múltiples niveles y canales pero además, necesitamos pararnos; medir y analizar lo que deriva de nuestras acciones, ahí encontramos las respuestas sobre qué funciona y qué no, lo que nos permite adecuar nuestro plan de social media a la nueva realidad, la que impone el cliente.
Automatización, sólo algunas acciones. Si automatizamos nuestra presencia en los 4 gigantes del social media, estaremos mostrándonos como marcas carentes de recursos (equipo, mensaje, dinamismo, calidad) la falta de acción social no sólo nos cierra las puertas del conocimiento del cliente, sino que además, impide el crecimiento derivado de la viralidad. Automatizar algunos procesos, específicamente aquellos que no supongan un mensaje erróneo para el cliente, es muy eficiente. Pero… ¡debemos estar presentes y aprender a relacionarnos!
El poder del feedback, aún en pañales. Es poco frecuente que las marcas incluyan en sus planes de Social Media acciones que busquen la obtención específica del feedback. Con frecuencia, las marcas temen tanto a las crisis en las redes sociales que prefieren pecar por defecto y centrarse en la prestación de un servicio de atención al cliente perfecto, que mantenga tranquilos a los consumidores. Estos es un gran error, hay que atreverse con la acción social, permitir a nuestros seguidores que conozcan nuestras ideas y opinen sobre ellas, que enfrenten nuestros obstáculos y nos transmitan cómo los resolverían. ¡Así logramos una fuente inagotable de información que nos ayuda mantenernos innovadores en nuestros procesos creativos.
Cuidado con las pasiones. Sí, sí, sí, buscamos emociones pero positivas, poner en marcha estrategias transgresoras o polémicas puede dar buen resultado, pero para ello, es necesario contar con un equipo fuertemente cohesionado y un Plan B perfectamente testeado y listo para entrar en acción ante cualquier atisbo de descontrol apasionado.
Estos 21 puntos constituyen las variables que conforman un plan de social media eficiente, como vemos, vamos elaborándolo sobre la marca y a medida que vamos construyendo nuestra marca, necesitamos abrirnos a la pluralidad de las opiniones e ideas, es clave para el crecimiento y necesitamos al consumidor, sin el, nuestra marca no tiene sentido y la cadena “producción, consumo, crecimiento” podría romperse.
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